jueves, 26 de febrero de 2009

(des)orden y progreso ad nauseam, parte uno

Ay Speedy, no se quién te parió Gonzalez, pero la verdad que hoy te portaste mal. Sabemos que no sos el mejor, pero a veces sos la única posibilidad, y en esos momentos quedamos enganchados, sufrimos y tememos el momento en el que tenemos que llamar para ver si se les canta ponernos otra promo que promete más velocidad e igual precio a costas de que el servicio se porte una vez por semana. Ahora, esta vez me entero que estás igual en todo el país, y no puedo evitar quejarme un poquitito de toda tu soberbia y arrogancia, porque de Speedy tenés poco, y tu pachorra me saca llagas, aftas y Oralsone por el tujes. Uno espera que compensen por estos momentos de desgracia, pero no, nadie rebaja, los precios sólo suben, como el cable, que ahora sube un 12% cada dos meses porque saben que la tele de aire es una reverenda no lo suficientemente bizarra porquería, a no ser que lo único que veas sean esos pelotudos amarillos que por alguna puta razón todavía me hacen reir y me da bronca, pero es así. Y por si vos ya querías darnos a todos un mal día, compañero ratón con todas las letras, hoy la impresora imprimía chirimbolitos y estuve gritándole "CANCELÁAAAA, CANCELÁAAAAAAAAAAAA" y mi hermanastro se enoja porque entiende que lo estoy puteando o algo, nada raro de mi parte, pero esta vez no tenía nada que ver; igual de pobre poco y nada así que no se lamenten por el, eh, bien que pasa por el pasillo con los brazos abiertos y ensucia las paredes con mi primo, el más chiquito, pero qué se le va a hacer, hay que atarlos a una silla para que se queden quietos; punto y coma; ya les va a caer la ficha de todo. Como a todos nos vino cayendo la ficha con el tiempo, cómo cambia uno cuando se despendejiza un poco, más allá de que yo personalmente me considero en la adolescencia temprana, un poco tarde puede ser, pero en fin... También es increible que al mismo tiempo que crecemos seguimos diciendo las mismas pavadas pero pretendemos ser más cultos. La gran verdad es que el hombre siempre, pero siempre tiene la cabeza en algun lugar entre sus piernas, y la mujer, bueno, en varias partes, pero tampoco donde debería estar, y para mi es eso lo que nos lleva a querer hacer de cuenta que somos más grosos ahora que antes cuando no es así, y sin embargo repito, no es que no cambiemos; la base es siempre la misma, la periferia cambia, pero libido es todo. Van cayendo de a poquito las fichas, y para cuando parece que terminó de cerrar todo, descubrimos noventa mil puertas abiertas y todas hay que recorrerlas, aunque en el medio (más bien muchísimo antes de la mitad) del recorrido nos morimos. Ya sabía que iba a caer en un delirio filosófico-psicológico en el medio de todo esto porque eso es lo que hago todo el tiempo, por ahí quiero escribir un cuentito y no puedo, ya no puedo, ahora tengo que delirar porque es mi nuevo estilo y no se si lo quiero, quiero algo más, pero hay lo que hay y me lo tengo que llevar. Ahora Speedy duda al momento de conectarme a las grandes corporaciones como a cualquier grupo independiente y así no se puede trabajar, pero por suerte no estoy trabajando, sino delirando innecesariamente a altas horas de la madrugada, así como todos los días. Porque ya es como una rutina quedarse hasta tarde, hasta delirar suele ser rutinario, pero la gran diferencia es que casi nunca escribo, ni mucho menos publico. En realidad no debería publicar nada, porque tanto Facebook como Blogger (id est Google) se van a quedar con los derechos sobre mi obra, pero por ahí eso es lo bueno de que no me salga un cuentito, porque ya no sería mío y eso sería, en criollo, una tremenda garcha. Y mañana se que me voy a despertar tarde y no voy a ser música ni una pistola ni Steven Wilson grabando demos, sino yo otra vez, estudiando celdas electrolíticas y reacciones que no me interesan en absoluto. Y ya veremos si Speedy se porta bien ya. Lo dudo.

A ver quién ubica las referencias musicales en ese párrafo, no son tantas pero son conscientes, aunque si hay alguna con algun tipo de interpretación propia, seguro está malinterpretada. De todas formas no se trata de eso, se trata de que Speedy está moribundo, y los que no tenemos demasiadas alternativas (y nos bancan con promos hace varios años) tememos su muerte. O no, nomás exagero todo, como siempre.
A propósito, ¿quién quiere vivir para siempre? ¿quién cree que hay algo después de la muerte? Bueno, demasiada gente. Yo dudo tanto que me da miedo, reniego porque la religión restringe y adormece, pero la verdad es que tengo algo de miedo de la muerte, porque tengo miedo que haya algo después y que no sea bueno para mi caso y aparentemente que no sea bueno para la mayoría de la gente, porque se que son pocos los que cumplen con eso en lo que creen, y otros lo dejamos porque no queremos creer... pero yo no estoy seguro, y creo que muchos tampoco. Ese es el único fundamento para el temor a la muerte, aparte del más importante: ¿pasaremos a la historia o pasaremos al olvido? ¿Quién no siente que el peor castigo posible sería ser olvidado por todos, pasar desapercibido, como si no hubiese existido? Esa parte del dilema es independiente de toda religión, pensamiento, cultura, todo. Nadie quiere ser olvidado. Así que la respuesta a la pregunta inicial es muy fácil: todos queremos vivir para siempre, pero no físicamente, ni como lo propone ninguna religión. Bueno, basta de black metal introspectivo y preguntas robadas a Queen. Creo que por hoy ya me callo.

No pongo video hoy porque Speedy anda mal, obviamente. Ah, y comenten acá, no tanto en el Facebook que si no me pongo Trieste.