lunes, 28 de abril de 2008

Vivito y cu... Vivito.

De repente ya no es un nombre, no un ser, no un estado mental. De repente todo cambia y en un día, el enemigo es otro, la pesadilla es otra, y el odio, ah, ese odio que nos carcome y nos hace creernos Hamlet, y esa bronca, esa bronca que se siente como el olor del Riachuelo, tanto o más podrido que lo que está podrido en Dinamarca...
De repente se presenta y nos desmoraliza, nos deja postrados, rebanándonos los sesos ante la ingrata sorpresa, sorpresa esperada, pero no por eso menos ingrata. Triste será repetirlo una y otra vez, pero el enfrentamiento con el implacable Destino no es más evitable que la muerte. Y si el tiempo trae buenos frutos, no creo poder esperar; la derrota se vuelve un nombre, un ser, un estado mental, y esa es la realidad detrás del símbolo.
Pero no queda más que un símbolo y sólo eso para expresar el verdadero ser del nuevo dolor...

No es un nombre, pero podría serlo, y así diría el tipo de la quiniela: "Letra I de Insuficiente".

No era para tanto drama tampoco. Hay que pelearla, y así es la vida.

VISTO y CONSIDERANDO que:
1) Estoy vivo.
2) Ya tengo internet.
3) Me bocharon en física.
4) Se vienen otros dos bochazos inevitables.
SE CONCLUYE QUE:
a. No voy a postear algo largo hasta el 3 de mayo, como mínimo.
b. Voy a deprimirme brutalmente.
c. Cuando me deprimo, me inspiro, desgraciadamente, así que deberían revisar este blog muy pronto.
d. Garea y Perez Quintián: los odio.
e. Boschetti, te vamos a pegar. xD

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Aguante Pez. Todo dicho.



Cuando fui la otra vez que tocaron en La Trastienda presentaban este video del disco Los Orfebres, se llama Último Acto y es una masa como todo el disco.
Ahora hay que ir cuando toquen con Poseidótica. Zarpado.
Y todavía quiero ver a Dragonauta che.